El Monasterio de San Juan de Ortega nace como consecuencia del viaje que
realiza Juan a Tierra Santa. En su regreso de Tierra Santa por mar y trayendo
consigo reliquias de los Santos Lugares sufre un naufragio. Ante tal desastre Juan
se retira a un lado del barco se encomienda a San Nicolás de Bari para que le
permita regresar sano y salvo. Juan promete a San Nicolás que si le salva de tal
tempestad le construiría una ermita. San Nicolás salva a Juan y este a su regreso
cumple la promesa.
Comienza su promesa construyendo una pequeña ermita donde hoy se encuentra
la actual Capilla de San Nicolás de Bari. En su labor no se encuentra solo y junto
con una pequeña orden de Canónigos Regulares comienza su obra que
inicialmente consta de un albergue, algunas celdas y la capilla.
Mas adelante Juan inicia los trabajos de la Iglesia Monacal construyendo un
templo de estilo románico pero no consigue terminar su obra quedándose a falta
de las bóvedas.
Con el fallecimiento de Juan el Monasterio pasa de los Canónigos Regulares a la
orden de los Jerónimos en la segunda mitad del siglo XV.
Los Jerónimos comienzan la construcción del claustro grande generando nuevas
dependencias al Monasterio. Construyen un claustro de grandes dimensiones de
estilo herreriano. En este claustro habitaran los Jerónimos hasta la llegada de la
Desamortización de Mendizábal en 1835, desde esta fecha se pone fin a los
Jerónimos en este Monasterio y queda desabitado hasta la actualidad.
El abandono pasa factura al Monasterio y el tiempo lo convierte en ruina. En 1964
se comienzan las obras de restauración que tanto necesitaba el Monasterio de San
Juan de Ortega. Se empieza restaurando la Iglesia Monacal y mas adelante se
comienza la restauración del Claustro Herreriano. Este queda sin finalizar como
se puede contemplar el las fotografías. Hoy todavía se habla de finalizar las obras
de restauración proyectadas en más de 4 millones de euros.
Antiguo Monasterio.
San Juan de Ortega